Es común encontrar trabajos, cartas, recados, o abrir el Facebook, Twitter o
Whatsapp y te encuentras con tantos errores de ortografía que
cuesta trabajo leer, entender y creer que quien los escribió, haya cursado
satisfactoriamente tercero de primaria. O que lo que estés revisando sea un
texto de alguien con un grado universitario, incluso maestría o doctorano.
Y no es que pida que todo el mundo escriba como Pablo Neruda,
Isabel Allende u Octavio Paz, pero de verdad es ofensivo encontrar perlas como:
“aNteZ d kRiTiKarMe iNteNtA aCePtARme!!!” o peticiones como “haber cuando nos
vemos”.
Aquí te dejamos los horrores que he encontrado más comúnmente en mi cotidianeidad del bellísimo mundo que es el habla castellana.
Aquí te dejamos los horrores que he encontrado más comúnmente en mi cotidianeidad del bellísimo mundo que es el habla castellana.
En base a/con base en
Decir o escribir “en base a” es uno de los errores más
comunes, y se comete a todos los niveles. Es muy común que incluso periodistas,
acadeémicos y políticos, quienes en teoría deberían expresarse mejor, usen esta
frase.
Sin embargo, la expresión correcta es “con base en” y
significa que estamos cimentando nuestros argumentos o creencias sobre una base
empírica o teórica de gran solidez. Así, podemos decir: “con base en todas las
veces que he presentado solicitud de trabajo, creo que ahí no me contratarán
nunca”.
“Es de que...”
Es muy evidente para alguien que nunca ponía atención en la
gramática española o en sus clases básicas de español, caer en lo que se llama
queísmo o dequeísmo.
El dequeísmo consiste en poner “de” antes del “que” de
manera innecesaria:
-“Ay profesor, es de que se me fue la luz y ya no pude imprimir mi tarea”.
-“Ay profesor, es de que se me fue la luz y ya no pude imprimir mi tarea”.
-“Híjole comadre, es de que me quedaron mal con un pago y no
tengo para lo de la tanda”.
¿Se dan cuenta de que en ambos casos se puede suprimir el
“de” y no se altera de ninguna forma el sentido de la frase? Evitemos el
dequeísmo a toda costa.
El dequeísmo también tiene su hermano gemelo malvado, que es
el queísmo, y es suprimir el “de” cuando, de hecho, sí debería ir en la frase.
Aquí un par de ejemplos.
“Es que no llegué porque no vi que había mucho tráfico que
hizo que el metro se tardara y que ya de plano vi que era muy tarde”… ¡Marean!
Si como dice Quevedo: “Lo bueno brevemente dicho, dos veces bueno”
La solución que propongo es intentar revisar tu texto y
borrar todos los “que” y después leerlo, verás cómo gana en elegancia.
“Me di cuenta que en Navidad trago como Niño Dios”.
“Me enteré que con tu marido trabaja una mujer rubia. Ella
se llama…”.
En el primer caso, la frase correcta sería “Me di cuenta DE
que en Navidad…” y en el segundo caso, “Me enteré DE que con tu marido…”.
¿Por qué? Porque te estás dando cuenta DE algo y porque te enteraste DE algo.
Ay, hay, ahí
Es muy común que se confunda entre "ay" y
"hay", y un poco menos con "ahí", pero también pasa. ¿Por
qué? En los primeros dos casos porque son homófonas.
Cuando solemos leer poco, tendemos a escribir palabras “como
nos suenan” y esto es complicado cuando dos palabras suenan igual. Es entonces
cuando cometemos sendas barbartidades.
Así es como vemos cada día horrores ortográficos como “hay,
me duele el estómago” o “Ya no ay qué comer, mejor me mato”.
Recordemos que “ay”, sin hache, es una interjección que denota algo que nos duele o nos saca de onda:
Recordemos que “ay”, sin hache, es una interjección que denota algo que nos duele o nos saca de onda:
“¡Ay, se me olvidó la tarjeta del Metrobús”.
Y "hay", que es la forma impersonal del verbo
haber: “Hay personas que salen a la calle en Crocs, qué oso”.
“Habemos”
“Habemos”
¡TACHE! La forma verbal “habemos” no existe para referirse a
“somos” o “estamos”, pues el verbo haber, al referirse a personas o
cosas sólo se usa de forma intransitiva, es decir, sólo se puede conjugar en
tercera persona.
Decir: “no todos los hombres son iguales, habemos algunos
que sí valemos la pena”, además de ser incorrecto por estructura, es una gran
mentira, embustero. Sería mejor decir: “No todos los hombres somos iguales,
algunos valemos la pena”.
Hablando de tiempos verbales que no existen, es muy común
decir “veniste”. ¿Por qué? Porque tanto conjugación “venimos” como “vinimos”
son correctas: venimos es el verbo venir en presente, y “vinimos” es el pasado
del verbo venir.
Ahí va el ejemplo, más desmenuzado:
Ahí va el ejemplo, más desmenuzado:
“Ayer vinimos, pero no te encontramos, por eso venimos otra
vez”.
Sin embargo, decir “¿por qué no veniste ayer?” es
incorrecto, incorrectísimo, una barbaridad. Así que la próxima vez que les
pregunten “¿Ya te veniste?” además de ofenderse por la evidente grosería que
eso significa, también podrán ofenderse por la pésima manera de
expresarse.
Haber/a ver
Todo es risas y diversión cuando estás interactuando en
Facebook y de repente te escribe: “me caíste muy bien, haber cuándo nos
vemos” y entonces te dan ganas de sacarte los ojos con una cuchara
caliente. Y es que este error es súper común, pero no por ello lo
vamos a perdonar, como guardianes del buen decir.
Recuerda que “haber” es un verbo.
Forma correcta: debe haber alguien para mí.
Forma incorrecta: voy haber si ya puso la marrana.
¡No es difícil, sólo practica!
Hecho/echo
Otro error bastante común viene de confundir la grafía del
verbo "hacer", con el verbo "echar", que no significan lo
mismo.
Piensa en un lunes por la mañana en el que llegas a la
oficina sin ganas de trabajar. Ahí, con todo el dolor de tu corazón,
expresas:
“Estoy hecho un guiñapo. Ahorita voy y me echo una jetita en
el baño”.
Aún y aun
Aunque algunas personas usen estas dos palabras de manera
indistinta, la tilde hace la diferencia entre ambas.
¿Cuándo usar “aún” con tilde? Cuando sea sustituto de
“todavía”, es decir, cuando se trate de un marcador temporal.
“¿¡CÓMO QUE AÚN NO DEPOSITAN?!”
Por su parte, “aun” sin tilde se utiliza cuando la palabra
puede sustituir a “incluso” o “inclusive”:
“Niños mayores de 3 años pagan pasaje, aun sentados en las
piernas”.
Seguro ustedes tienen en su Facebook a una de esas personas
que cometen varias faltas de ortografía por frase. A VER si agarran la onda y
dejan de ofender nuestros ojos. Escribir bien es signo del sentido del otro y
de humanización, no de libertad o autenticidad. Dixit!